¿Y cómo
viven los niños como yo en medio de todo esto?
Esta es la pregunta clave de
Oriana para empezar su propósito en este mundo.
Tachy que
viajaba siempre sobre su hombro, se acercó al
oído derecho de su amiga y le dijo:
— Esa es
nuestra tarea. Los niños de este mundo podrían salvar a su planeta si
aprendieran, como tú, a fluir como el agua, a ser fuertes y constantes en sus
ideas y sentimientos como el fuego, pero, sobre todo, a usar su imaginación y creatividad en solucionar esta destrucción.
— ¿Cómo lo
haremos? — le dijo Oriana.
— ¡Tú lo
sabes! Para eso viniste. Recuérdalo.
Oriana se
quedó pensando por un largo rato.
De pronto, se
encendió dentro de ella una luz. Luego sonrió y exclamó:
— ¡Lo tengo!
Es simple, amor y orden como es de donde vengo, eso da origen a todo.